El encuentro sincero con el otro, puede llegar a marcarte tan profundamente, que desde ese mismo instante la vida toma un nuevo significado.
Carlos Gastini, al que conoció Don Bosco como aprendiz de barbero, se quedó a su lado como maestro del taller de encuadernación y por siempre como amigo y educador.
Desde hoy, el espíritu de aquella amistad inquebrantable, deseo traerlo a esta ventana, para así seguir compartiendo con todo el que lo lea, el sentimiento de gratitud por ser, exalumno de Don Bosco...