Cari amici:
Todavía resuenan en mi memoria, las
alegres risas de los niños en aquel polvoriento patio del oratorio de Valdocco.
Muchos son los atardeceres, que han
hecho brillar con los últimos rayos de sol de la jornada, la resplandeciente
imagen de “la Madonna”, sobre la majestuosa cúpula de la basílica
turinesa.
Y mientras todo ello sucedía, aquella
vieja fotografía que aún se conserva de este humilde barberillo en un rincón de
la vieja cantina, ha podido escuchar en innumerables ocasiones la palabra
“desuso”.
El tiempo pasa irremediablemente y
con él las cosas envejecen, aunque debemos ser conscientes, que el mencionado
término, no sólo se utiliza ante una falta de uso de las mismas; sino también por
la falta de aplicación de una norma, que sin embargo, no implica su derogación,
siendo ante este hecho, por el que me veo en la necesidad de referirme a
nuestra asociación de exalumnos.
No hace muchas semanas, escuchaba a
un salesiano refiriéndose a ella: “La cuestión que hay que contestar es ¿Para
qué? “
Solamente una pregunta, que seguramente yo quise entender malintencionadamente tres en si misma:
¿Para qué cuidarla?
¿Para qué promoverla?
¿Para qué presentarla a los jóvenes?
Habrá que dar respuestas, aunque el riesgo se halla en contestarlas bajo la influencia de una cultura donde la practicidad y la utilidad viene condicionada por la inmediatez.
El aquí y ahora, convierte el ayer en prehistoria…
Recuerdo un sabio consejo: “Todo tiene su momento y su lugar, basta con ubicarlo”.
Y es que, el para que de una asociación exalumnal deberíamos encontrarlo en un gran reto; que las mismas signifiquen un espacio donde:
-
la
acogida sea una de sus principales virtudes.
- la integración de lo “diverso” enriquezca lo “común”.
- la formación se desarrolle desde el “ambiente” penetrando en la persona.
- se
facilite el desarrollo del compromiso de todas y cada una de las personas que
la integran.
Lo que significa evolucionar nuestro
perfil asociativo acorde con los tiempos, atendiendo a no pocas exigencias y seguro
con una mayor dosis de atrevimiento.
Y puestos a preguntarnos yo agregaría ¿Y por qué?
Las respuestas se presentan claras:
-
Porque
los jóvenes necesitan de toda ayuda que se les pueda ofrecer.
- Porque
el resultado de años de empeño educativo, no podemos ni debemos dejarlo de
lado, desperdiciándolo.
Con i miei migliore auguri….